viernes, 27 de junio de 2008
La Universidad del Bio-Bío (en la foto) registró una disminución
del 19,8% en el AFI, la mayor de los planteles regionales.
El AFI se repartiría a los alumnos de escasos recursos con mejores puntajes en la PSU, a diferencia del actual sistema, que sólo considera a los mejores estudiantes en el test.
Tras 27 años con el mismo sistema de asignación de recursos a las universidades el panorama está a punto de cambiar.
La ministra Mónica Jiménez reveló ayer a este diario la intención de rediseñar la forma con la que se entrega el Aporte Fiscal Indirecto (AFI). Este beneficio lo obtienen los planteles estatales o privados que matriculan a los 27.500 alumnos con mejores puntajes de la PSU.
La otra vía de asignación estatal de dineros es el aporte fiscal directo sólo dado a los planteles del Consejo de Rectores.Ayer, "El Mercurio" divulgó la nómina del AFI 2008.
Esta vez el fondo estatal entregó $19 mil millones a 84 instituciones y el 40% lo recibieron la Universidad de Chile y Universidad Católica. Las universidades regionales sufrieron bajas y las privadas crecieron.
Según la ministra, la baja en la asignación que recibieron las casas de estudio regionales "demuestra la discriminación (del sistema). Por eso, es que el AFI va a ser reestudiado".
El cambio estudiado es que el AFI siga premiando a las universidades que captan a los mejores estudiantes, pero con la condición de que provengan de estratos socioeconómicos bajos. "(La idea es) que el instrumento se ocupe para los buenos alumnos, pero que vengan de los sectores más vulnerables. Estamos privilegiando la calidad, pero lo estamos cruzando con vulnerabilidad. Hoy el AFI no hace esto", dijo Jiménez.
El cambio estudiado es que el AFI siga premiando a las universidades que captan a los mejores estudiantes, pero con la condición de que provengan de estratos socioeconómicos bajos. "(La idea es) que el instrumento se ocupe para los buenos alumnos, pero que vengan de los sectores más vulnerables.
Estamos privilegiando la calidad, pero lo estamos cruzando con vulnerabilidad. Hoy el AFI no hace esto", dijo Jiménez.
El planteamiento se basa en una de las propuestas del Consejo Asesor de Educación Superior, donde la mayoría sugirió cambiar el sistema por uno donde se incentive a las universidades a reclutar a jóvenes talentosos de escasos recursos.
Así piensa el rector de la Universidad de Santiago, Juan Zolezzi: "El AFI es un instrumento absolutamente regresivo. Ya existen incentivos naturales para captar a los mejores alumnos en el mercado y aquí estamos premiando a los mejores alumnos, que provienen de los mejores colegios y con mejor condición socioeconómica para que entren a las mejores universidades. ¿Para qué darles un premio? Mejor destinémoslo a incentivar aquellas universidades con alumnos con carencias".
Lo contradice el prorrector de la Universidad Católica, Carlos Williamson: "Se habla del AFI atado al tema de la equidad, como si el AFI con ponderaciones por pobreza resolviera el problema de acceso de sectores pobres. ¡No es así! El escaso capital cultural de los jóvenes de bajos ingresos les impide acceder a instituciones de calidad. Contra esa enfermedad no hay otro remedio que mejorar la educación escolar".
Pero hay quienes consideran que el objetivo fundacional del sistema -buscaba mejorar la calidad de las instituciones a través de la competencia por los mejores alumnos- ya no existe y que hay que redirigir los esfuerzos de la educación superior en otro sentido.
"Hoy no hay necesidad de incentivar a las universidades para que capturen a alumnos de pregrado, en cambio hay un déficit tremendo en posgrado y doctorado", explicó Andrés Bernasconi, experto de la Universidad Andrés Bello.
Ues regionales piden incentivos para retener a los puntajes altos
El presidente de la agrupación de universidades regionales y rector de la U. de la Frontera de Temuco, Sergio Bravo, aseguró que la creciente desigualdad entre los aportes del AFI se origina en la estructura centralizada del país, donde las universidades que tienen más recursos pueden optar a mayores ingresos de todo orden, generando una competencia desigual y aumentando la brecha entre los planteles.
Para Bravo, la mayor cantidad de ingresos por el AFI se asocia a egresados de colegios particulares pagados, que tienen la opción de buscar y elegir las universidades que estiman más adecuadas.
Para revertir este hecho, propone políticas públicas menos competitivas y capital humano avanzado para regiones. "Vemos con expectativa la gran cantidad de jóvenes que estudian doctorados en el extranjero. Debiera haber un sistema en que puedan pagar sus becas sirviendo en universidades regionales por tres o cuatro años", propone Bravo.
Los rectores de las universidades Del Bio-Bío y Católica de la Santísima Concepción, Héctor Gaete y Juan Cancino, respectivamente, califican al actual mecanismo del AFI como "absolutamente regresivo".
Piden un mecanismo de incentivo para los mejores puntajes en cada región, y que se mejore el aporte a los planteles que reciben alumnos socialmente más vulnerables. "Hace cinco años, en la Octava Región el 67% de las personas sacaba menos de 600 puntos, y ahora son el 87%. Hay una baja generalizada por la mala calidad de la enseñanza escolar, y debemos hacernos cargos de esa realidad", precisó Gaete.
La directora de análisis institucional de la U. C. de Valparaíso, Olaya Ocaranza, restó importancia a la disminución del AFI al plantel, pero reconoce que éste no responde a los criterios por los cuales fue creado. El rector de la U. de Talca, Juan Antonio Rock, dijo estar preocupado por la desventaja en captación de alumnos de regiones respecto de Santiago, lo que atribuyó a las millonarias campañas publicitarias.
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